domingo, 6 de mayo de 2018

ANÁLISIS ANTÍGONA


Antígona es el título de una tragedia de Sófocles, basada en el mito de Antígona y representada por primera vez en 442 a. C.
En Antígona se enfrentan:
  • dos nociones del deber:
    • la familiar, caracterizada por el respeto a las normas religiosas y que representa Antígona, y
    • la civil, caracterizada por el cumplimiento de las leyes del Estado y representada por Creonte.
  • dos hermanas enfrentadas a un mismo problema:

PLANTEO   

En la mitología griega, Antígona es hija de Edipo y Yocasta y es hermana de Ismene, Eteocles y Polinices. Acompañó a su padre Edipo (rey de Tebas) al exilio y, a su muerte, regresó a la ciudad[1]
En el mito, los dos hermanos varones de Antígona se encuentran constantemente luchando por el trono de Tebas, debido a una maldición que su padre había lanzado contra ellos. Se suponía que Eteocles y Polinices se iban a turnar el trono periódicamente, pero, en algún momento, Eteocles decide quedarse en el poder después de cumplido su período, con lo que se desencadena una guerra, pues, ofendido, Polinices busca ayuda en una ciudad vecina, arma un ejército y regresa para reclamar lo que es suyo.
La guerra concluye con la muerte de los dos hermanos en batalla, cada uno a manos del otro, como decía la profecía. Creonte, entonces, se convierte en rey de Tebas y dictamina que, por haber traicionado a su patria, Polinices no será enterrado dignamente y se dejará a las afueras de la ciudad al arbitrio de los cuervos y los perros[2].
Los honores fúnebres eran muy importantes para los griegos, pues el alma de un cuerpo que no era enterrado estaba condenada a vagar por la tierra eternamente. Por tal razón, Antígona decide enterrar a su hermano y realizar sobre su cuerpo los correspondientes ritos, rebelándose así contra Creonte, su tío y suegro (pues estaba comprometida con Hemón, hijo de aquel). La desobediencia acarrea para Antígona su propia muerte: condenada a ser enterrada viva, evita el suplicio ahorcándose.
Por otra parte, Hemón, al entrar en la cripta en la que había sido puesta Antígona, con el objetivo de salvarla, y verla muerta, intenta matar a su padre clavándole su espada, pero falla y atraviesa la espada en sus propias entrañas; mientras tanto, Eurídice, esposa de Creonte y madre de Hemón, se suicida al saber que su hijo ha muerto.
Las muertes de Hemón y Eurídice provocan un profundo sufrimiento en Creonte, quien finalmente se da cuenta de su error al haber decidido mantener su soberanía por encima de todos los valores religiosos y familiares, acarreando su propia desdicha.

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ARGUMENTO    

Contexto à El difunto rey de Tebas, Edipo, tuvo dos hijos varones: Polinices y Eteocles. Ambos acordaron turnarse anualmente en el trono tebano, pero, tras el primer año, Eteocles no quiso ceder el turno a su hermano, por lo que el primero llevó un ejército foráneo contra Tebas. Ambos hermanos se dieron muerte mutuamente, pero son los defensores de Tebas los que vencen en el combate.
Prohibición de sepultar a Polinices à Antígona, hija de Edipo, cuenta a su hermana Ismene que Creonte, actual rey de Tebas, impone la prohibición de hacer ritos fúnebres al cuerpo de Polinices, como castigo ejemplar por traición a su patria. Antígona pide a Ismene que le ayude a honrar el cadáver de su hermano, pese a la prohibición de Creonte. Ésta se niega por temor a las consecuencias de quebrantar la ley. Antígona reprocha a su hermana su actitud y decide seguir con su plan.
Antígona desobedece la ley à Creonte anuncia ante el coro de ancianos su disposición sobre Polinices, y el coro se compromete a respetar la ley. Posteriormente, un guardián anuncia que Polinices ha sido enterrado, sin que ningún guardián supiera quién ha realizado esa acción. El coro de ancianos cree que los dioses han intervenido para resolver el conflicto de leyes, pero Creonte amenaza con la muerte a los guardianes porque cree que alguien los ha sobornado. El cuerpo de Polinices es desenterrado. Pronto se descubre que Antígona era quien había enterrado al cuerpo, pues intenta una vez más enterrar al cuerpo y realizar los ritos funerarios, pero es capturada por los centinelas. Antígona es llevada ante Creonte y confiesa y señala que ha desobedecido porque las leyes humanas no pueden prevalecer sobre las divinas y se muestra orgullosa de ello y sin temor a las consecuencias. Creonte la increpa por su acción, sospecha que su hermana Ismene también está implicada y, a pesar del parentesco que lo une a ellas, se dispone a condenarlas a muerte.
Ismene, llamada a presencia de Creonte, a pesar de que no ha desobedecido la ley, desea compartir el destino con su hermana y se confiesa también culpable. Sin embargo, Antígona, resentida contra ella porque ha preferido respetar la ley promulgada por el rey, se niega a que Ismene muera con ella. Finalmente, es sólo Antígona la condenada a muerte. Será encerrada viva en una tumba excavada en roca.
Antígona frente a la muerte à El hijo de Creonte, Hemón, se ve perjudicado por la decisión de su padre, ya que Antígona es su prometida. Señala a su padre que el pueblo tebano no cree que Antígona merezca la condena a muerte y pide que la perdone. Creonte se niega a ello y manda traer a Antígona para que muera en presencia de su hijo. Hemón se niega a verla y sale precipitadamente.
Antígona va camino de su ejecución y, si bien no se arrepiente de su acción, ha perdido la altivez y resolución que mostraba antes, al dar muestras de temor ante su muerte. La humanización de Antígona resalta el dramatismo del momento.
Intervención de Tiresias à El adivino y ciego Tiresias interviene en ese momento para señalar a Creonte que los cuervos y los perros arrancan trozos del cadáver de Polinices y los dejan en los altares y los hogares, prueba de que los dioses muestran señales de cólera. Acusa a Creonte de imprudente y vaticina que alguien de la sangre de Creonte pagará sus errores con su muerte. El coro de ancianos también aconseja al rey que cambie de actitud. Creonte, ante las profecías de Tiresias, cede y se dispone a rectificar sus faltas.
Muerte de Hemón y de Eurídice à Un mensajero explica a Eurídice, la esposa de Creonte, cómo su esposo, tras suplicar perdón a los dioses, lavó y honró el cadáver de Polinices, erigiéndole un túmulo funerario. A continuación se disponía, junto con los guardianes, a liberar a Antígona del sepulcro donde había sido encerrada, pero ésta fue hallada ahorcada y Hemón se había suicidado clavándose una espada tras encontrar a su prometida muerta. Quedó abrazado a ella mientras moría.
Creonte aún tiene que soportar otra desgracia más, pues al volver a palacio con su hijo muerto en brazos, recibe la noticia de que su esposa Eurídice también se ha suicidado al conocer las noticias.
El coro finaliza con un llamado a obrar con prudencia y respetar las leyes divinas.

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OBRA  

Personajes:   

v  Antígona, hija de Edipo.
v  Ismene, hija de Edipo.
v  Creonte, rey, tío de Antígona e Ismene
v  Eurídice, reina, esposa de Creonte
v  Hemón. Hijo de Creonte.
v  Tiresias, adivino, anciano y ciego.
v  Un guardián.
v  Un mensajero.
v  Coro de ancianos nobles de Tebas, presididos por el Corifeo. 

Bibliografía útil